Crítica: Conversaciones con Demian, primer LP de Willy Naves

Tras sus dos exitosos EP, Willy Naves ya tiene su esperado primer largo, ‘Conversaciones con Demian’ un auténtico éxito del crowdfunding que apoyamos desde EO!, que profundiza y expande el universo creativo del ovetense, y del que ahora te contamos cómo suena.

‘Conversaciones con Demian’ está ya en las manos de los mecenas que financiaron su publicación y pronto podrás comprarlo en vinilo y CD.

De envoltorio colorista, enseguida destacan las letras trabajadas, una producción y ejecución musical notables (recordemos que la producción corrió a cargo de Xel Pereda) a las que merece la pena atender con detalle y la reconocible voz de Willy por encima de todo ello, dando forma a los temas.
Si en ‘Carta a las Especias’, adelanto del disco, ya nos mostraba su capacidad para subir de tono, y aunque parezca que el registro más habitual del album es tranquilo, calmado, para escuchar y disfrutar con atención las melodías y letras (‘Tus películas, mis miedos’, ‘Pleamar en San Antolín’, ‘El Circo’…) no faltan arranques de luminiscencia más pop (‘Primero de mayo’) o de energía más eléctrica (como en la genial ‘Placebo’) hasta llenar los once cortes, que se cierran con una preciosa ‘Muerte y destrucción’.

‘Conversaciones con Demian’ es un disco de madurez, la madurez de un chaval. Parece un oximorón, pero no lo es, como no lo es el tema ‘Canción feliz para chicos tristes’. Ya lo demuestra desde el nombre del disco que, como el penúltimo tema (‘Emil Sinclair’) están inspirados por el libro de Herman Hesse.
Ayudado por unos músicos sobresalientes que le acompañarán también en la gira que ahora comienza, y a hombros de sus queridos mecenas, que ya tienen este disco antes que nadie, Willy Naves demuestra que tiene mucho que contar y cantar.